martes, 24 de febrero de 2009

Noche

La noche (es decir, la ausencia de luz del sol) nos muestra un panorama más verdadero en cuanto al entendimiento de donde estamos. Al contemplar lo que está afuera de nuestro planeta a esas horas, nos damos cuenta de que lo que prevalece realmente en nuestro Universo es la oscuridad.

La luz del sol no es más que un “agregado” constante, un beneficio valiosísimo para que todo tenga vida.

El hecho de que no nos demos cuenta de eso se debe a que de día, la luz del sol junto con la atmósfera hacen que veamos un “cielo azul”, es decir, ambos nos impiden ver o “esconden” el resto; lo real que siempre está y vemos de noche.

Por otro lado, al observar en la noche podemos ver de donde venimos, nuestro origen.

Nuestro planeta y nosotros somos el resultado de un acontecimiento externo, es decir, una consecuencia del Big Bang; momento donde la formación del Universo dejó como resultado éste y millones de otros planetas.

Por ende, “lo primero” está arriba y el resultado (el planeta y nosotros) abajo.

Por no decir que estamos formados de lo mismo que lo de arriba…

No hay comentarios: